jueves, 24 de enero de 2008



Estaba en el jardín del Palacio del Belvedere Alto, en Viena, en Octubre pasado, cuando esta señorita blanca con patas de caballo se me puso detrás. Llegó de improviso podría decirse y me pilló desprevenido. Venía volando. En la foto recién ha dejado de batir las alas.

Al fondo está el Palacio del Belvedere Bajo. Los jardines y las fuentes entre los dos palacios son espectaculares. Invitan al paseo y el jolgorio. Invitan a estar alegre. De seguro los vieneses de antaño los aprovecharon totalmente, y deben haber hecho buenas fiestas. A mas de alguno le debe haber salido de la nada, volando desde quizás donde, una de estas señoritas, tan calladas y gallardas, como la que llegó a hacerme compañía.

Traté de ser un caballero. Me quedé lo que más pude. Siempre cumplido. Cuando llegó la hora de despedirse hice una venia a la vienesa, casi topé el suelo con la frente y posé una rodilla sobre el cemento para besar su pata. Pero no quiso. Sonreía como si fuese un rayo de luna. Me hizo un movimiento de vaivén con las pechugas, como que no quiere la cosa -nadie mas se dió cuenta- y luego se quedó inmovil.

Menuda aventura. Batir de alas, el Belvedere, las musas y el vaivén de las pechugas. Si van a Viena no se lo pierdan. Aparecen de la nada. Bueno, no cabe duda: las mujeres así siempre aparecen de la nada.



martes, 22 de enero de 2008

¿Se acuerda del Seba? Éstá en su cuarta sesión de terapia electroconvulsiva, está mejor, menos maníaco, ya no quiere robarse una moto para irse al Brasil. Bueno, que bien, gracias al Altísimo. Y al otro le cambiamos la venlafaxina por fluvoxamina, ya, y... ¿why? es que anda mejor en TOC, ah... primera noticia que tengo, por favor revise un poco el tema. Y lo mandamos a terapia cognitiva también ¿con quién? este... con una alumna en práctica, ah... bueno, que el Altísimo siga en buena con nosotros. Y la señora Carmen, la de los lentes, ya se mejoró y le vamos a dar permiso a ver cómo anda, chu... ¿todavía está aquí?

No se crean que la vida es fácil...


San Diego, California. Estatua sobre la despedida a los héroes que parten. Detrás el portaaviones "Nomeacuerdocomocrestasellama", ícono gringueli.

viernes, 18 de enero de 2008




Me voy al cumpleaños de un amigo, cada vez mas querido, y le llevo de regalo "Los Cuadernos de Da Vinci". Es preciso para él. Es un davinci que vuela sobre la realidad como pájaro de fuego. Me hace acordar un viejo poema de los tiempos de la escuela, en el cual los pájaros de fuego pasaban por encima de una columna de abandonados que huía hacia el horizonte aterrandolos y eviscerandolos, como resultado de lo cual los clamores llegaban al cielo. Da Vinci, mi amigo, es como esos pájaros pero al revés: su vuelo rasante va dejando una estela de vida.

Me encuentro ahí con un antiguo alumno ecuatoriano. Es bueno reír con los viejos amigos. Recordamos anécdotas y, como siempre que pasa en estos casos, nos despedimos con la sensación de no solo habernos encontrado con otro sino con retazos de uno mismo que se quedaron enredados en el pasado, registrados en la memoria del otro. Había buen vino, lo que hizo que los pájaros de fuego y los retazos de uno en el pasado volaran mas alto.

Volví a mi casa por una carretera despoblada. A todo dar, en la noche. Las luces también eran pájaros de fuego. Como los davinci y los amigos ecuatorianos, rasaban por el cielo. Mientras escribo esto entra el Andrés, un bellísimo muchacho residente de Psiquiatría a quien estimo. Resplandece. También es un gran pájaro de fuego.







Central Park, NY, lugar donde murió Lennon. Adornos de flores por un chinito buena onda que se pone los domingos. El Cucho está en Barcelona. Se oye bien.


lunes, 14 de enero de 2008


Tranquilo me digo tranquilo pero no hay caso. El fin de semana devoré al bello aparecer de este lucero de Lihn el capitán de ultramar de Amado un libro sobre la locura de Fernando VI y un libro de poesías de Bukowski. Completos. Día de descanso.

Tengo el espíritu a mil. He aprendido a distinguir corazón de espíritu que a veces se confunden el corazón está conectado con el universo el espíritu con el resto de la humanidad la humanidad va en dirección distinta del universo.

Tomo un café el domingo en la mañana en una terraza los bellos macizos de árboles y abajo bien abajo está Santiago de Nueva Extremadura despertando el césped los pajaros posados sobre el césped el cielo extensísimo y sin nubes de cierta manera esta mañana es un premio por estar ahí por permanecer ahí a pesar de lo que sea como los sargentos de los viejos tercios de españa que como canta perezreverte se mantenían en servicio a pesar de que el rey era un pelotudo la burocracia estaba hecha de corruptos y todo estaba hecho una mierda. Los viejos tercios con su espíritu plantado en nueva extremadura.

La frente perlada los ojos velados por la melancolía una gota de sudor que le corre desde las sienes hasta las comisuras de los labios alguien toca la puerta ojalá no sea la muerte la segadora esta mañana en que el sol traspasa el cielo los pájaros dan saltos desmañados sobre el césped y el café humea como desde hace tiempo las trincheras de los viejos tercios haber estado ahí permanecer ahí a pesar de todo los bellos macizos de los árboles.

viernes, 11 de enero de 2008

Por diversas razones, me pasé el 2007 fuera del planeta. Aterricé comenzando el 2008, y entré de lleno en el vertiginoso tráfago de la existencia de un tipo con motor fuera de borda metido en el medio de una población de tipos, cual mas cual menos, con motor fuera de borda. Todos miran con cara de "¿en serio volviste?". Pero de entrada se dan cuenta de que va en serio. A uno lo conmino a armar un Diplomado ("Semiología y Clínica de las Enfermedades Mentales"), a otro le pongo una lanza en el cogote para terminar de sacar un libro que vengo, con lentitud infinita, pastoreando hace harto tiempo. Y en una semana aparece el libro, por lo demás espactacular y bien hecho. Y así, una carga de caballería detrás de otra, hasta el infinito.
Mas allá está el cielo. Y encima la luna. Sonrío. Estoy seguro que se puede cabalgar hasta la luna cuando está blanca y los rayos son nítidos. Seguro los demás en cuanto vean que píco las espuelas se van a sumar alucinados. Siempre pasa. Y la luna es bella. Imposible de bella. Hay que saber tener las riendas del caballo y no caerse de los rayos. Seguro. Ahí les cuento.



miércoles, 9 de enero de 2008

Llama el Cucho: "Estoy en el aeropuerto de Paris, subiendo al avión a Praga". Se ríe. Hace unas semanas me abordó: "Viejo, hay una promoción para ir a Europa". "¿Y qué tengo que ver yo con eso?". Cuento corto, se fue con el Javier hace unas dos semanas, fueron a Madrid, Amsterdam, pasaron la nochevieja en Bruselas, después Londres, Paris, y ahora Praga. Y después ni sé donde más van. Sé que terminan como una semana en Barcelona, que van a ir a ver jugar al Barsa (claro, los dos barsa...) y que vuelven después de un mes de patiperrear en el viejo mundo, viejo como él solo pero que ahora, con el Cucho y el Javier dando vueltas como volantín de allá para acá, me late que se ha vuelto mas nuevo. Los dos tienen cara amistosa y picarona y hacen amigos facilmente. En la nochevieja me llamó, cariñoso, iba de camino a la Gran Plaza, "voy con la gente del hostal...", en medio de una compañía de muchachos de todas partes, con las banderas al tope y siempre sonriendo.
Esta foto es de hace cuatro años, cuando salió del colegio. Ahora estudia Derecho. De cada 10 llamados que hay en la casa, 8 son para el Cucho. Las cuentas de teléfono son exorbitantes. De verdad es un gran tipo. Es duro, leal y divertido. Hay una serial, "Los Cavernícolas". Sus amigos dicen que esos somos nosotros dos. Europa. De seguro es otra Europa. Por allá anda el Cucho.

domingo, 6 de enero de 2008




Es la mañana y reviso algunas fotos con afán de deleitarme con los recuerdos. Estas son de la Callejuela de Oro, en Praga, una calleja en el borde del Castillo donde vivía la servidumbre y que ahora está transformada en una especie de casita de muñecas. Vale la pena. Iba por ahí, arrobado, cuando escuché una música mezcla de arábiga y española que me dejó de una en otro mundo. Partí raudo e impulsivo (...) hacia la casa desde donde salía. Había una checa, de muy buen ver por lo demás, que no hablaba ingles así es que nos fuimos a puras señas, que me vendió el CD. Lo he escuchado varias veces. Ahora lo guardo nada mas que cuando quiero salir un poco de la tierra.
Por cierto, abro el libro de un amigo, el Hugo, y me encuentro con esto:




Arabescos.


Entro en la memoria
para buscar
tus ojos
tu voz
y los gráciles movimientos de tus manos

Abro una de las puertas
la de mas al fondo
esa que se activa en las grandes ocasiones
- amar, mirar el destino, despertar los sueños -
y apareces sonriendo
con tu piel blanca
despidiendo el fulgor
de siempre.

Entro
en la zona de las explosiones
- volcanes, geiseres, meteoros -
y los cantos de tu cuerpo
estallan en miríadas de estrellas
que caen como espejos
que se posan sobre el agua.

Después la zona de la superficie
- pasarelas, foros, cortesanos -
y los faldones de tu vestido
flamean
como si fuesen
las banderas
del cielo.

Salgo de la memoria y está el jardín.
Un pájaro soberbio pasea por mis ojos
y levanta el vuelo abruptamente por encima del césped.
El agua cristalina de la fuente se mueve
reflejando luminosos arabescos sobre la muralla.
Y ahí
tus ojos, tu voz y los gráciles movimientos de tus manos
levantan vuelo abruptamente
y quedan reflejados
como luminosos arabescos
sobre la muralla.


jueves, 3 de enero de 2008

Nadie cree. Mañana tengo que dar una conferencia, hay toneladas de asistentes, el tema parece entretenido... pero yo estoy aburrido como ostra. Sonríen los pocos a los que les cuento. "No te creo que eso te aburra" dicen. He escuchado eso tantas veces.

Me acuerdo de una tarde frente a la playa, en una terraza, con el sol a medio caer, un cigarro y una croquera abierta. Impresiones, letras, palabras... A solas, con el viento y el sol como únicos compañeros... bueno, nadie cree que eso sí pueda ser entretención.

Un día de estos me las tengo que arreglar para que me crean. Digo algo y todos sonríen, como diciendo "bueno, ya". Tiempo después, cuando se cumple lo dicho, vuelven a sonreír tratando de hacer algo con la incredulidad.

Entre las cartas de amor de Gibran, donde hay cosas preciosas (entre otras "el amor y la duda nunca conversaron...") hay una que me arranca un suspiro: "los poetas deben mirar el mar y escuchar su sonido".

Bien. Ahora me tengo que leer una tonelada de papers a ver si mañana no hago el loco. En fin. No sería la primera vez. De hecho, ya casi me he ido acostumbrando. Voy a tratar de recordar el mar entremedio, a ver si le encuentro gracia a los trastornos limítrofes. Que diablos. Alguna gracia deben tener. Dios guarde a la tierra, al cielo y al mar.

Este es un café en Budapest al borde de una laguna de aguas termales. Cuando hace frío una neblina vaporosa se levanta en jirones desde al agua. Budapest es, entera, una canción.

martes, 1 de enero de 2008

¡FELICIDADES
A
TODOS
LOS
AMIGOS!!!
Y que el 2008 venga cargado de
paz
felicidad
plenitud
sinceridad
cariño
suerte
¡Abrazo!
M.