miércoles, 7 de enero de 2009

Informe sobre unos ojos.

Parado frente a los inmensos reflectores de tus ojos, a las inmensas y profundas lagunas que son tus ojos, comienzo a centellear. Los centelleos se reflejan hacia todos los rincones del universo y lo transforman en un lugar incandescente.

Entonces no queda otro recurso que convocar a los rayos de la luna y hacer con ellos una especie de capullo para poder sobrevivir. En la oscuridad del capullo escribo con letras pequeñas un reporte, que apenas termino empieza a centellear. Las fibras del capullo también comienzan finalmente a centellear y lo mejor termina siendo salir de allí y mirar fijamente las inmensas y profundas lagunas que encienden el universo y lo hacen incandescer. Si uno es riguroso, lo mejor es dejarse encender sin resistencia. Aunque, por pura costumbre, hago un pequeño movimiento antes de empezar definitivamente a centellear.

8 comentarios:

Claudia Corazón Feliz dijo...

¿La pulenta que aún no hay escrito un libro? Te estai perdiendo cabrito.

Un abrazo.

difusa dijo...

Ufff cautela y pasión ... qué complicación!

Rosemarie Fritsch dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
luciérnaga dijo...

Y cada letra de este trozo es una
centella que acelera el paso y
obstruye la calma.

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

Preciosimo, has descrito maravillosamente un preludio amoroso.

difusa dijo...

he vuelto a leerte y me pregunto: ¿porqué la represión?
¿tanta racionalidad?
la vida es una ...

Primavera Fugaz dijo...

Es genial, pensa tambien eso de poner musica.Mientras yo voy a empezar a buscar unos buenos rockeros que me acompañen entonces.
Saludos.

v dijo...

sabe qué? me gusta mucho más cuando escribe sobre sus viajes internos que sobre los externos