viernes, 5 de diciembre de 2008

Igor.

Igor. Saluda con un gesto apenas perceptible y se recuesta en el camastro.

- ¿Como vas Mahiakeff?

Lo de siempre. El vodka de nuevo se me fue de las manos. Katja escribió diciendo que ya no podía esperar más y que Boris etc. etc. El jefe japonés que cree que mi padre estuvo en lo de las Kuriles. Va a haber reducción de personal. Etc. Lo de siempre.

- Yo bien. ¿Y tú? ¿Qué hay?

Observa las manchas del cielorraso, de humedad y de otra clase. El mismo estrelló hace un par de semanas una copa de Smirnoff contra ese cielorraso celebrando el natalicio de Pedro el Grande.

- Nada.

Eso es grave. Igor necesita acción, que algo está pasando. Más que en la realidad, en su mente o en su corazón. Yo solo necesito vodka y que me dejen tranquilo.

- Haz como el Rey Sol. Si no pasaba nada, escribía "rien" en su diario y asunto despachado. No le daba mas vueltas.

- Esa mancha... ¿la hice yo, no es cierto?

- Lo de Pedro el Grande.

- Si - dice, y por un instante sonríe igual que un duende irlandés.

Me preocupa. La última vez que estuvo así terminó preso porque se dió con todo con una patrulla que hacía la ronda, ebrio como cuba. En el hospital miraba el cielo como si estuviese manchado con restos de vodka.

- "Rien". Buena palabra.

- Si - digo, y me echo al coleto otro vaso.

Me aburrí de escribir mi diario porque se repetía demasiado la palabra "rien". Ahora bebo vodka. Habrá que tener ojo con Igor por unos días. Le vienen como melancolías y después se le pasan. Cuando se le pasan, toca a la puerta a las 3 de la madrugada riendo a carcajadas y pidiendo que lo acompañemos a ver a La Negra, una amiga suya que tiene un tugurio atendido por unas pupilas tan interesantes como una mata de tunas. Pero si uno no va, Igor se queda hablando toda la noche y es imposible dormir. Por lo menos, de La Negra uno se puede escapar sin que se note y largarse a los brazos de Morfeo.

Ojalá esta vez haga caso, escriba "rien" y todo acabe ahí. Lo que es yo, tengo ya suficiente con el japo negrero de las Kuriles.

4 comentarios:

Rosemarie Fritsch dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
difusa dijo...

Nihilismo puro. Traicionando a Homero por Nietzsche?

milla-mellfü dijo...

El rey sol que ilumina todo es difícil que vea nada... el mundo siempre gira a su alrededor, está ahí ¿qué hará que se transforme en nada?
Cuando el alma parece descansar en el silencio de "rien" se fusiona con la existencia. Sería bueno en ese instante que rey sol levantar su mirada para extasiarse con el maravilloso relieve volcánico reflejado en una mirada más allá de ese brillo que a ratos lo apaga.
Parece que el sol desea escapar de su propia oscuridad sin percatarse que en ella yace un halo de divina eternidad.
Morfeo lo cobijará y Jones descubrirá que Eros nunca abandonó a Psique en la oscuridad.

Xi dijo...

Será que "rien" es una palabra que resume demasiadas nadas pobladas de (sin)sentido. El rey sol tenía tanto poder que hasta podía hacer aparecer la nada donde no existía. En mis cuadernos, cuando podría escribir "rien", dejo el espacio en blanco. Así, la incapacidad de relato suena a misterio ;-)

Otrosí: Recordé la traducción de este verano, de Yeats, remember? Quiero traducir un poema de Dylan Thomas, "O make me a mask", pero tengo algunos asuntos sin resolver en ciertos versos. ¿Te animas?

Abrazo cronopio.