sábado, 27 de septiembre de 2008

Termino "Cometas en el cielo", el bellísimo y conmovedor libro de Khaled Hosseini. Hay una canción de bodas farsí:
Convierte la mañana en una llave y arrójala al pozo
ve despacio, ancantadora luna, ve despacio.
Deja que el sol de la mañana se olvide de salir por el este
ve despacio, encantadora luna, ve despacio.
Varias veces he sentido gotas de agua que surcan mis mejillas buscando el viento mientras leía a Hosseini. Es una mañana que dificilmente olvidaré. La planta de los poetas ha florecido y estalla en un cimbreante blanco afuera de mi ventana. Me levantaré y beberé una copa de algún licor dulce a la salud de Hosseini y de todos los hombres y mujeres que saben cantar el alma humana.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Hace unas pocas horas almorcé en un restaurant que funciona en una casa que fue edificada hacia el 1300, en Praga. La casa se encuentra en plena posesión de sí y lista para 700 años más, de entrada.
Praga debe ser una de las ciudades mas bellas del mundo. Es imposible absorver de una sola vez sin conmoverse, como prescribiría Musashi, el autor que estoy analizando ahora, ante tanta belleza. Es cierto que mas de una vez antes me he encontrado en trance parecido y he salido airoso, como Ulises amarrado al mástil mientras cantan las sirenas, pero es cierto también que no es nada fácil, en particular cuando Praga está de por medio.
Mañana me voy al Castillo de San Vito, que ví el año pasado. La Callejuela de Oro, el Torreón, en fin... Praga.

viernes, 12 de septiembre de 2008


El Marcelo fotoshopeó esta foto. Fuimos a una viña, la que se ve detrás, una viña sencillita de un millonario gabacho de Occitania, y en el recibidor nos agasajaron con unos mostos que se hacen solo para consumo personal.
A veces me pregunto qué hice. Amigos exquisitos (Marcelo, Angélica, entre otros), una viña en Occitania, mostos de un millonario francés... En fin: trato de sobrellevar todo esto lo mas dignamente que puedo, como se notará. Sigo pensando en el Camarada, que más de algo debe tener que ver.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Moleskine,


1/9/08:

Cena en el Castel de Burlats, el antiguo castillo de los Condes de Toulouse, en la mágica región de Occitania. Torreón y una cena maravillosa y delicada, hecha de mil sabores suaves entremezclados explotando como burbujas en el paladar.



Torreón del magnífico Castel de Burlats, edificado por 1300.






3/9/08:
Las casas al borde del río en Castres, en el Midi francés, tienen puertas sobre el agua. Ahí atracaban los botes que llevaban tejidos y lanas, la especialidad del Castres del medioevo que la hizo famosa y rica. Su población se hizo protestante porque, entre otras cosas, a Castres llegaban los mercaderes de los países nórdicos buscando y trayendo paños finos y fuertes. Los alrededores de Castres son serranos y no quedaba otra manera de vivir que criando ovejas. De ahí la lana y los telares. Grandes fortunas se hicieron en Castres en este ir y venir de las telas y los tejidos.

Paisaje de río y serranía cerca de Castres.

Por Toulouse pasa el lento Garonne. En Toulouse hay magníficas casas del Renacimiento.Son de familias que hicieron fortuna con la tinta extraída de unas flores que se cultivan en la región. Toulouse estaba en la ruta de Santiago y hubo de hacer una catedral capaz de recibir a los millares de peregrinos que seguían hacia Compostela. Se hizo una gigantesca catedral románica y se la dedicó a San Saturnino ("Serin" en lengua d'Oc), el mártir que los romanos condenaron a morir atravesado por un toro.

Toulouse, Castres, Burlats, Lavaur, Montpellier fueron parte de Occitania, el bello país que se hizo hugonote y que dió origen al dialecto d'Oc, el dialecto del Midi francés casi desaparecido ahora. El otro dialecto antiguo, el d'Oil, se transformó en el lenguaje de los franceses.