sábado, 7 de junio de 2008

En el banco hay una mujer llenando una papeleta en el mesón. De improviso se da vuelta y me pregunta, a mí que voy pasando: "¿Qué fecha es hoy?". "Seis del seis" le digo. Y acto seguido, sin alcanzar a detenerlas, salen del cerco de mis dientes las palabras "... si todo no ha sido sueño.".
Eleva la mirada por sobre la papeleta hacia un horizonte que solo ella conoce, como si las palabras se negaran a entrar a su memoria y hermanarse con otras, da vuelta la cabeza, me mira con aire entre confuso y "no se vaya a agitar el loquito" (¡cuántas veces he recibido esa mirada!!!...) y sonríe para salir del paso. Unos momentos después lo ha olvidado, arrasada por el tráfago de su vida.
No alcancé a detenerlas. Juro que tienen vida propia. Estoy empezando a preocuparme.

5 comentarios:

luciérnaga dijo...

No se preocupe, dèjelas fluir. Al
oirlo hablar y al leer sus escritos
se capta el alma de una persona que vive la vida intensamente.Y eso
se disfruta.
Cariñosos abrazos.

Hotaru.

Alumbral dijo...

Si salir quisieron es porque algo salieron a buscar seguras... algo habrán visto que tal vez usted Camarada no concibió en su omnipotencia... no le corte las alas a sus hijas, Camarada, que ya están lo suficientemente grandes y maduras para salir solitas a perturbar las calles...
Cariños!

Tanhäuser dijo...

Las palabras que tienen vida propia son libres y, por tanto, sinceras.
Un abrazo

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

Asi creo debe ser, que las palabras tengan vida propia sino que sería del mundo de las ideas.

Talvez tus palabras quieren declarar su independencia.
Talvez ya es momento de quitarles el freno de la razón, del pudor y hasta quizas de la autocrítica.

Talvez.

Abrazos de bicho sureña.

Unknown dijo...

Pudieron ser palabras peores Luchito, al menos fueron poeticas