sábado, 10 de mayo de 2008

Corea.


En la gran explanada que hay en el centro de Washigton, The Mall, a pocos metros del Monumento a Lincoln se encuentra esta escultura sobre la Guerra de Corea. En realidad es mas bien sobre los soldados norteamericanos que lucharon allí. Es un pelotón de tamaño algo mayor que el natural, que camina en medio de la noche, el enemigo, la lluvia y el miedo. Son soldados blancos abandonados a su suerte y que no tienen otra protección que su propio coraje. Son hombres comunes y corrientes que, cogidos por el destino, caminan rodeados por la muerte.






Estuve en 1998 o 9, no recuerdo bien, en Washington. Esta escultura no tenía las cadenas de protección que tiene ahora y uno podía caminar entremedio de los soldados. Se podía sentir entonces la respiración de la muerte en la propia nuca. Se podía sentir el rechinar de los dientes producido por el esfuerzo de esos hombres por conjurar el miedo, hacerlo salir de sí a como diese lugar. Sus vísceras congeladas. El corazón absolutamente contraído.
Es una de las cosas que vale la pena ver en Washigton. No por el valor estético ni por el valor conceptual, sino como recuerdo. En La Ilíada un héroe le dice a otro que los necios reconocen el mal solo cuando ya no lo pueden detener. Esta escultura es un estupendo recuerdo de que el camino de la humanidad por alcanzar la sabiduría, el saber vivir, se da sobre el barroso e inquietante fondo de la propia e infinita necedad.

14 comentarios:

mahiakeff dijo...

A los amigos: les dejé una respuesta en el post anterior.
Saludos mil

Mahiakeff, el encandilado.

Beatrice dijo...

Esta entrada me recordó un poema
de John Mcrae escrito para los caídos en la Gran Guerra.

..."We are the dead.
Short days ago
We lived,
felt dawn,
saw sunset glow,
Loved,
and were loved,
and now we lie
In Flanders fields."...

médico y poeta como Mahiakeff o ¿poeta y médico?
Saludos

Alumbral dijo...

Y en las barrosos pantanos de las horas, nos abrimos paso sacrificando vidas, cerrando posibles, dibujando a tientas un saber de lo que es a pesar de todo... Una Washington imaginaria (tal vez no más que esta imaginada por tantos Argentina) se va abriendo a mis pies desde la mirada del que percibe la vida cristalizada en el indiferente cemento... Sndos y cordiales agradeciemientos al pequeño dios detrás del teclado, y felicitaciones a la preciosa sensibilidad que es dejada ser...

EL INSTIGADOR dijo...

Nunca estuve en Washington, pero las esculturas son realmente acongojantes. Recuerdos de terribles guerras pasadas que me recuerdan terribles guerras presentes.

Espero que todo eso acba pronto.

Saludos.

Rosemarie Fritsch dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
luciérnaga dijo...

La magnificencia del escrito hace
sentir el estrépito de las armas.
Guerra: miedo, horror y muerte.

L.

difusa dijo...

Recuerdo haber jugado a la escondida entre los soldados con mi hermano cuando usaba pañales y aun tenía su lunar en su mejilla ....ufff años atrás!!! Y lo recuerdo sin cadenas!

difusa dijo...

Naaaa que ver!!! Llegué a ver fotos y es Marion Park donde jugabamos hace siglos! Visité los soldados a fines de los 90s!

principio de incertidumbre dijo...

cuántos viajes, che.

El post es muy inquietante.

Más inquietante aún es tener absoluta certeza del horror.

Saludos.

mahiakeff dijo...

Sureando: tremendo poema. No lo conocía. Agradecido.
Geosur: oiga, que buena escritura. Saludos.
Instigador: cuente: ¿en qué guerra anda usted ahora? Porque parece que se inmiscuye en buenas guerras...
Estrella: durísimo y realista comentario. Durísimo. Gracias.
Hotaru: ¿cómo va? ¿Ha escrito algo más? ya po.
Difusa: jejeje... es fácil perderse. Repito: ¿me perdí algo?
Principio: a veces el horror está mas cerca de lo que uno puede darse cuenta... Saludos.

Alumbral dijo...

Me alegra que estas palabras encuentren un plumero de diente de león antes de tener (plagiando a Poe) que, como infatua energía, convertirse en estrellas... Si quiere continuar con su caritativa recepción, lo invito a pasearse por mis humildes pagos blogianos...
Saludos desde aquí arribita, el sur ;)

luciérnaga dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
luciérnaga dijo...

Si

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

dejo fragmento del poema Sembrando de Rafael Blanco Belmonte:
... Hoy es el egoísmo torpe maestro
a quien rendimos culto de varios modos:
si rezamos, pedimos sólo el pan nuestro.
¡Nunca al cielo pedimos pan para todos!
En la propia miseria los ojos fijos,
buscamos las riquezas que nos convienen
y todo lo arrostramos por nuestros hijos.
¿Es que los demás padres hijos no tienen?...
Vivimos siendo hermanos sólo en el nombre
y, en las guerras brutales con sed de robo,
hay siempre un fratricida dentro del hombre,
y el hombre para el hombre siempre es un lobo....
poema completo en esta dirección http://www.poesia-inter.net/mbb0001.htm.


Tanta locura y necedad, tanta división sobre la tierra, cuando después, la muerte nos hará compartirla como iguales que somos.


Saludos Pilar