miércoles, 9 de abril de 2008

Tornasol

Ahora no le escribo a nadie. No le escribo a alguien del pasado ni del futuro. No le escribo a nadie alojado en alguna zona del inconsciente. Ni a un posible lector. Ni a una araña, ni a una sucesión de fantasmas ni a una mascota ni a la vida ni a algo en el inmenso anaquel de la memoria. Tampoco le escribo a un estilo, a una ficción, a una manera ni a un horizonte. Y menos aún a una fantasía idealizada.
A nadie.
Sonrío con cualquier cosa. Ayer me desternillé de la risa con las peripecias de un simpatiquísimo paciente que me contó cómo se metía en un problema detrás de otro como si los anduviera buscando. En realidad no "como sí". Los anda buscando, tan solo que no lo sabía. Nos reímos a mandíbula batiente con la conclusión.
Le recomendé que no le escribiera a nadie.

6 comentarios:

principio de incertidumbre dijo...

está bueno lo del "ahora".

Cuando era más chica tenía esa cosa medio romántica de pensar que no interesaba si te leían.

Así sean dos, uno está condicionado, ni que sea por la sintaxis, ¿no?

Se dice "desternillé" en chile. Lo pregunto de pura ignorancia. Yo digo destornillar.

También me gustó mucho tu blog.
saludos,
lorena.

@pauli_moli dijo...

No te imagino sin reirte, siempre que te visito nos reimos harto. Es mas, mi imagen mental tuya es con los ojos chiquititos y muerto de la risa.

v dijo...

Ay, yo ando en las mismas. Cualquier cosa me provoca una carcajada, y luego sigo riendo de lo rico que se siente la risa saliendo de mí. Qué placentera es la risa. Como un gran estornudo, pero mucho mucho más largo.

luciérnaga dijo...

Usted es tan usted cuando ríe. cuando llora, cuando escribe y
cuando todo.
Con iluminada admiración.

Hotaru.

Claudia Corazón Feliz dijo...

De acuerdo con Luciérnaga: usté siempre es usté.

Saludos!

· dijo...

el escribir, generalmente no es para alguien, mas bien se me ocurre como una conversaciòn con uno mismo que se convierte en distintos interlocutores, de acuerdo a nuestras percepciones e imaginarios

saludos,