viernes, 7 de marzo de 2008

La Bbiblioteca Imperial de Viena. Exposición de los regalos que recibió el Emperador Francisco José en el día de su cumpleaños de parte de los diferentes gremios, etnias y ciudades que componían el vasto imperio. Había papiros conmemorativos de los musulmanes de una ciudad remota, placas de los comerciantes de acero de una de las provincias, cuadros de las autoridades cíngaras y magyares, símbolos de los representantes de la comunidad judía, gualdrapas de los batallones de la Guardia, libros dedicados de los principes y nobles de diferentes puntos del imperio, todos primorosamente fabricados como si fuesen lo mas depurado que un grupo pudiese dar a luz. La majestad del imperio y del Emperador alcanzaba el espíritu de cada uno de sus súbditos. Por lo menos en teoría. Esta biblioteca testimoniaba el afán glorioso de los emperadores por conservar y cultivar el conocimiento de manera dedicada y venerable. Está llena de pequeños y grandes detalles que así lo hacen ver, siglos después que los restos del último de los Habsburgo ya han desaparecido totalmente de este mundo.


Por ejemplo ésto. Creo que es de Descartes. En una de las esquinas aparece Descartes mirandolo a uno como instandolo a perseguir la luz, la verdadera. Enteramente en mármol, firmado por uno de los escultores mas afamados de la época, mira hacia el infinito como si el comienzo del infinito estuviese en la Biblioteca de los Emperadores Austro-Húngaros. Nadie ha podido negar que así sea. Quizás eso era lo que pensaba Don Francisco José al amanecer, cuando miraba el cielo negro de la noche de Viena en el que apenas empezaban a despuntar los rayos de la aurora. Que ahí era donde estaba el comienzo del infinito. Se definía como el primer funcionario del imperio y por eso se levantaba cada día antes de que apareciese el sol, para dar el ejemplo. Donde esté, debe recordar, aunque sea de modo fragmentario la Biblioteca del Imperio, a partir de la cual se podría decir que comenzaba su propio infinito.

4 comentarios:

luciérnaga dijo...

Somos afortunados. Gracias a sus
posteos podemos conocer lugares y
algunas historias del viejo mundo.
Amplié la foto y está espectacular.
Abrazos.

L.

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

Si que tiene de lindo esto de los blogs, conocer lugares con historias, otros puntos de vista sobretodo con gente que tiene "ojo clínico", :)

Saludos.

Claudia Corazón Feliz dijo...

A mi me siguen dando envidia las jotos.

LATIDOS URBANOS dijo...

Veo que seguimos en viaje eh?

SL2