Hice un nuevo amigo en las vacaciones. Se llama William Butler Yeats y vivió entre 1865 y 1939. Entre otros trabajos estuvo a cargo del Tatro Nacional de Irlanda. Traté, hasta donde es posible, de traducir algunas de sus notables poesías. Esta, La Isla del Lago Innisfree, me conmovió de manera yo creo indeleble. Después me enteré que fue la poesía que lo hizo famoso.
Traducir poesía, ya se sabe, es imposible. Este es un intento que trata de ir un poco mas allá de la pura literalidad. No sé si se logra pero, al menos, disfruté los varios días que pasé pensando en cada palabra y sintiendo la melodía en castellano de la hermosa isla en el lago que cada cual lleva dentro de sí.
La Isla del Lago Innisfree
Me levantaré y partiré ahora, partiré hacia Innisfree
y haré allí una cabaña, con arcilla y zarzas
y nueve surcos de porotos, y una colmena
y viviré solitario, con el zumbar de las abejas.
Y encontraré allí paz, paz que gotea lentamente
desde los velos de la aurora hacia donde el grillo canta
donde resplandece la medianoche y el mediodía es de un fulgor púrpura
y el atardecer se llena de las alas del tordo.
Me levantaré y partiré ahora, y siempre, de noche y de día.
Escucho el apagado rumor del agua en la ribera
y mientras estoy en el vereda o sobre la gris acera
lo escucho en lo mas hondo de mi corazón.