Cada vez que voy a una ciudad, embargado por su espíritu, suelo escribir algo que me lo recuerde para siempre. Esto es lo que quedó de Viena en mi corazón. Por cierto, no es en absoluto literal. Es apenas un soplo.
Mujeres que aparecen de la nada
(En honor a Pablo A.)
Al doblar la esquina
bajo las sombras de los edificios
o sobre los espejos
o reflejadas en las grandes vidrieras
o en las alfombras de los palacios
o los pasillos del Metro
o en los café al borde de la calle
bajo las cornisas
a los lados de doseles y cortinajes
ante las nubes
ante los edificios imperiales
y los parques
y los siglos,
en Viena
las mujeres aparecen de la nada.
Esta es una muestra de la arquitectura de Viena. Largas y estilizadas formas que parecen provenir del fondo de la cultura occidental. Ah, la iglesia que está atrás... no me acuerdo cómo se llama...
7 comentarios:
ahhhhh pero que raro tu inspirado por alguna fémina...
Cuando vas a venir a componer sentires por el paisito? :D
Un besito.
Y porque de la nada?
a veces creo que hasta nosotras quisieramos borrarnos, estamos en todo aun emergiendo de la nada, ¡somos un género imposible de ignorar!... bueno el másculino también. :) :)
Buen recuerdo de Viena.
Saludos.
¡Qué notable escrito!
y ¿qué dijo Pablo A.?
Me imagino que estuvo de acuerdo.
Saludos
Puta que me gustan sus palabras, don loco!
Me imagino que este será un agradable recuerdo.
Cariños.
L.
y otras, no hayabamos cómo ocultarnos en medio de tanta grandiosidad imnperial.....
Viena destrozó mis instantes....
ahora, a lo lejos, descubro su peso en mi electrocardigrama virtual...
Vienna... un ciudad blanca, con cuervos mañaneros que intentaban dialogar conmigo cuando en tre tanta nieve, yo trotaba para espantar la trsiteza.... ellos quizá algo de eso comprendían.... sabe aglgo acerca de si los cuervos conocen la tristeza????
al menos a mí me recordarán....
gracias por todo...
estoy conociendo el mundo real.
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