viernes, 29 de junio de 2007

Me encanta la escritura de Maquieira. Tengo cuatro versiones de "Los Sea Harrier" incluyendo una plaqué firmada. Una vez lo invité a un simposio en Valdivia, de poesía y psiquiatría (si... eso mismo...) y estuvo a punto de ir. Arrugó en el último minuto. No ahorre imprecaciones. A pesar de eso sigo pensando que sus textos tienen lo que tiene el arte: se puede pasar por ellos una y otra vez y es siempre como si fuese la primera.


Este es uno de los cantos de "La Tirana", su primera publicación. Rayé la papa harto tiempo con sus sonidos tipín 19 - 20 años. Me sigue pasando lo mismo ahora, que ha pasado el tiempo, con el sonido de los cantos de "La Tirana": cada vez es como si fuese la primera.

LA TIRANA III
(PULL DOWN THY VANITY)

Deja de mirarte por alguna vez en el cielo
y sácate ese sombrero elegante, Velázquez
porque te voy a hablar de amor
Eres un brillante ramplón y un sabio
Tal vez el último que haya tocado el alma
de esta pandilla, de estos pajes que hablan
y caen aquí en este salón encantador
Porque dime, ¿en qué otro salón,
sobre qué otra alfombra,
podría haberse juntado tanta mediocre notabilidad?
Que no saben ni lo que es la gran vida
ni un antiguo pebetero de cloisonné
ni un buen polvo lleno de ternura
Velázquez, por favor, echa a los mozos
Porque como ya sé que me has abandonado
y que piensas robarme toda mi plata
No te quedes con todo, no seas tan duro
déjame por lo menos tu vanidad
Deja a un lado tus modales de chambelán
y escúchame que ya no voy a hablar más
El amor que yo llevo adentro es terrible
es como arrasar viento y conmover despojos
se va acercando a los ojos de Dios
va levantando un vuelo de Juicio Final
y se va haciendo tan grande, tan adverso
que ya no hay cómo echarlo abajo
No se te ocurra intentarlo, Velázquez
Nos aplastaría a todos.








La sombra de Mahiakeff en las escalinatas de la Iglesia del Sagrado Corazón, París.


jueves, 28 de junio de 2007


He estado frente a las Puertas del Cielo.

Perdido, embriagado, exultante
quedo en silencio

con los ojos encendidos
y la sangre arremolinada

por el infinito fulgor
de las Puertas del Cielo.

domingo, 24 de junio de 2007

El crepúsculo en la Isla Elefantina, en la zona en la cual el glorioso y lento Nilo entra en el Alto Egipto. La isla se llama así porque hay formaciones de rocas que sobresalen del agua, las que, a fuerza de ser esculpidas por el agua y el viento, han adquirido una suave redondez, de modo que hacia la hora de la foto parecen pequeñas manadas de elefantes que huyesen por el río.
En la otra punta del Nilo, cerca del delta, está Alejandría, la mas griega de las ciudades egipcias. Allí vivió Kavafis, Constantino, el poeta que escribió "Ítaca", una bellísima poesía acerca del periplo que es la vida y acerca del arrojo que se necesita para vivirla.



ITACA

Cuando salgas en el viaje hacia Itaca
desea que el camino sea largo, pleno de aventuras, pleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al irritado Poseidón no temas,
tales cosas en tu ruta nunca hallarás
si elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta
emoción tu espíritu y tu cuerpo embarga.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
y al feroz Poseidón no encontrarás
si dentro de tu alma no los llevas
si tu alma no los yergue delante de ti.

Desea que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que con cuánta dicha, con cuánta alegría
entres a puertos nunca vistos:
detente en mercados fenicios
y adquiere las bellas mercancías,
ámbares y ébanos, marfiles y corales
y perfumes voluptuosos de toda clase,
cuantos mas abundantes perfumes voluptuosos puedas;
anda a muchas ciudades Egipcias
a aprender y aprender de los sabios.

Siempre en tus pensamientos ten a Itaca.
Llegar hasta allí es tu destino.
Pero no apures tu viaje en absoluto.
Mejor que muchos años dure:
y viejo ya ancles en la isla
rico con cuanto ganaste en el camino
sin esperar qué riquezas te dé Itaca.

Itaca te dio el bello viaje.
Sin ella no hubieras salido al camino.
Otras cosas no tiene ya que darte.


Y si pobre la encuentras, Itaca no te ha engañado.
Sabio así como llegaste a ser, con experiencia tanta
ya habrás comprendido lo que significan las Itacas.






jueves, 21 de junio de 2007

Evanescente


Vistos
los sueños en los cuales has yacido envuelta
los tejidos cubiertos por la celeste luz de tus párpados
los mármoles, las alas de los bergantines, las sombras
mas aún, los textos de tus recuerdos
el olor que se niega a desaparecer
los blancos abrazos, la lluvia de tiempo
hundo una garra en mis entrañas
las elevo al sol
y me duermo persiguiendo tus huellas por otros mundos,
bajo otros cipreses
para hacerte volver silenciosa
sobre estos llameantes pastizales.







miércoles, 20 de junio de 2007

Soy Mahiakeff, el extraviado. A pesar de que vivo de día en el mundo, por la noche entro en otro mundo, el mundo de los sueños y del delirio. Otro mundo sin lógica o con una lógica defragmentada. Soy Mahiakeff, el que se arrastra día a día en este mundo y que revive y resplandece en el mundo de los sueños y el delirio, el mundo del inconsciente.
Soy Mahiakeff, el que sabe volar sin mapas, el que no necesita del orden burgués, del orden del discurso. El que se ríe de Foucault sin miramiento alguno y que se abanica con los desvaríos pseudológicos de Lacan. Solo puedo comprender el lenguaje inarticulado y el pensamiento que divaga sin límite alguno.
Soy Mahiakeff. Amo el cielo y el mar. Amo el silencio y la muchedumbre. Amo la arena, las cimas de las colinas y los esteros. Amo los ojos glaucos. Soy Mahiakeff el alucinado.

martes, 19 de junio de 2007

Jorge, uno de los tipos mas espectaculares que he conocido el último tiempo, tradujo del francés este bello texto. Me dice que "corresponde a una “carta” que un personaje llamado Ludingirra dirige a un correo encargándole entregar el mensaje a su madre que vive en Nippur. El texto fue recopiado posteriormente en varios idiomas de la época (hitita, akadiano) como ocurría con los grandes textos del idioma sumeriano". Jorge lo tradujo del francés conservando la frescura y el aroma del idioma original, y me cuenta que estaba escrito en "una placa de greda cuyo alto es de 10,4 cm. y ancho de 5,4 cm., de espesor de 2,9 cm, encontrada en la Mesopotamia y datada del tercer milenio antes de Cristo". Es un hermoso canto a las madres.




Oh mensajero real toma la ruta
parte en este largo viaje
No importa si mi madre está despierta o duerme
Ve derecho a su casa

Si no conoces a mi madre la reconocerás por los siguientes signos.

Su nombre es Sat-Ishtar, mi madre es como una luz brillando en el horizonte.
Es una gacela de la montaña,
estrella de la mañana que brilla al medio día,
piedra preciosa topacio de Mahrashi,
tesoro digno del hermano del rey.


Mi madre es la lluvia del cielo,
el agua para las mejores siembras,
un jardín de delicias llena de alegría,
un canal que lleva las aguas que fertilizan,
un dátil azucarado.


Mi madre es una princesa
una canción de abundancia,
una palmera perfumada,
un frasco lleno de perfumes.


Cuando por estos signos la reconozcas
y cuando ella esté reluciente delante de ti
dile
"Ludingirra tu hijo bien amado te saluda".



Perseguí a Jorge durante un par de semanas para que me regalara este texto. Comprenderán por qué.

domingo, 17 de junio de 2007




Anoche visito a mi hermana, que está haciendo un doctorado en filosofía mención estética en la gloriosa (U Ch), y me regala una nueva versión del "Purgatorio" de Raúl Zurita. La primera vez que lo leí fue en el 80, cuando estudiaba medicina y andaba en otro mundo, absolutamente otro. El "Purgatorio" me impactó y me causó la misma impresión que ahora en la mañana, cuando vuelvo a leerlo entero de una buena vez: es un libro maravilloso de un poeta del cielo.




I

Me amanezco

Se ha roto una columna


Soy una Santa digo




"Soy una Santa digo" es una frase que me ha resonado en el cerebro una y otra vez. No sé por qué. "Soy una Santa digo" cuando veo un desierto o un sufrimiento o un crepúsculo. Nunca he sabido por qué. Quizás porque ahí hay un otro que se muestra sin tapujo alguno o en una dimensión ontológica, o quizás porque la prosodia de la frase es sencillamente arrasadora y se conecta en directo con mi sistema lingüistico (Broca - Wernicke - fascículo arcuato - soy una santa digo). O quizás por qué. Leo el "Purgatorio" al despertar y la frase vuelve a volar en mi cerebro como en los antiguos tiempos.


El viernes en la noche alojé en el Radisson Acqua de Concón. Excelente. Habitación vista al mar inmediatamente encima de los roqueríos contra los cuales revientan las olas. A la una AM terminé de trabajar en un relato que tenía que hacer al día siguiente, apagué las luces y abrí las ventanas de par en par. La luz del hotel era como una especie de aura en la noche estrellada. Entonces los pájaros, las gaviotas y los pelícanos, entraban y salían de esa aura. Una gaviota entró lentamente, planeando, dejando que el resplandor de las luces del hotel diese en la blanca superficie de su cuerpo. Salió de la negrura, planeó suavemente, y después volvió a perderse en la negrura, dejando en mi mente la estela de su paso blanco y lento. Estuve unas dos horas sin movimiento alguno viendo pasar los pájaros en la noche y oyendo el estrellarse de las olas contra los roqueríos. Hace un par de días discutí con unos alumnos cuánto sirve la actitud del haikú para conectarse con el otro. La actitud del hai kú se refiere a lo que pasa antes de elaborar con el pensamiento cuando una escena lo impresiona a uno. La impresión sin elaboración. Estuve ese par de horas viendo las estrellas, los pájaros, y oyendo el mar en ese tono, el del hai kú. Es apropiado hacer un brindis con el mejor de los vinos por el Radisson Acqua de Concón, que ha entrado a mansalva dentro de la memoria poética (como diría Kundera).

Acabo de entender por qué todo el mundo escribe sus blog con pseudonimo. Se puede escribir sin arreglo a la lógica ni el pudor. Sin necesidad de guardar una imágen. Brindo por eso también, por el hai kú de los blog, sin pudor ni imágenes.







domingo, 10 de junio de 2007

Artaud vivía en una clínica psiquiátrica y saltaba la muralla todas las noches para ir a la Radio Francia a hacer su radioteatro de poesía. En su habitación dormía otro poeta cuyo nombre no ha recogido la historia, pero de cuya existencia se sabe pues Antonin Artaud en un par de ocasiones se refirió a él sin dar su nombre, sino que incluyendo algunos de sus trabajos en el programa de radio. Este texto es uno de esos trabajos. Yo creo, sin datos serios sobre los que afirmarme, que debe haberse llamado Jean-Jacques.


Eres
la daga mas feroz que se haya enterrado en mi vientre
el horizonte mas crepuscular
el cielo mas agitado
en este día
de mar picado
de hórrida tormenta
el día
de la daga mas feroz
enterrada en mi vientre.



martes, 5 de junio de 2007

Guardo los libros que terminé en el último mes, que andaban tirados por ahí buscando un lugar. "El Baile", Irene Nemirovsky; "Una Vida Erótica", Frank Wedekind; "Poemas Escogidos", una selección de Paul Verlaine; y el último de Perez-Reverte, de la saga de Alatriste, "Corsarios de Levante".
Buenos compañeros. Dieron lo suyo. Visiones encendidas y ratos del otro mundo. El Altísimo o quien sea salve por siempre a los buenos compañeros, sin los cuales ninguna ruta valdría la pena que fuese navegada.
Se me ha metido entre ceja y ceja volver a leer la "Balada del viejo marinero", de Samuel Taylor Coleridge. Pero no la puedo encontrar. Su pérdida me produce al comienzo un estado de hiperalerta, después desazón. Ahora, cierta tristeza. Quizás encuentre otra edición en alguna librería (difícil...) pero no va ser lo mismo. Las hojas no van a ser las mismas. En todo caso, no abandono la lucha por encontrarlo. En una de esas aparece. Un amigo siempre se queda, incluso durante los incendios.